De acuerdo a nota publicada en El Universal, en México existen 11 millones de personas adictas al tabaco. Las razones por las que generalmente hacen del consumo del cigarro un hábito, radica en el argumento de sentir un descenso de la ansiedad o aceptación social.
La comunidad médica ha realizado diferentes tipos de estudios donde demuestra los daños que genera el tabaquismo en el organismo. Algunos de los posibles males es el cáncer en diferentes zonas. Sin embargo, esta adicción también repercute en la apariencia de quienes lo consumen.
El portal de internet Health.com revela algunas de las consecuencias que genera el fumar en el aspecto físico. Un ejemplo, son las manchas amarillas que aparecen en las manos.
Bolsas bajo los ojos. De acuerdo a estudios realizados por la Universidad Johns Hopkins, las personas que fuman están cuatro veces más propensas a no conciliar el sueño de manera adecuada. Esto se debe a que la abstinencia nocturna a la nicotina provoca ansiedad, y por ende, aparecen las ojeras al no lograr descansar.
Dientes amarillos. La nicotina de los cigarrillos mancha y es muy difícil de quitarla. Si eres de los que gusta sonreír debes tener cuidado con el consumo. Además, un tratamiento 100 por ciento efectivo para blanquearlos se encuentra entre los 6 mil y 12 mil pesos.
Psoriasis. Son lesiones escamosas, engrosadas e inflamadas en la piel, la cual puede aparecer en las personas adictas al cigarro. Se estima que entre uno y tres por ciento de la población la padece. Si bien puede aparecer a cualquier edad, suele hacerlo entre los 15 y los 35 años, con un pico máximo de incidencia en la segunda década. Afecta por igual a ambos sexos, aunque es más precoz en mujeres.
Envejecimiento prematuro. Las arrugas aparecen al paso de los años, pero en personas adictas al tabaco, aumenta la posibilidad de que se hagan visibles antes de lo pensado. Un fumador puede verse hasta 14 años más grande lo que aparenta, y esto se debe a los químicos, así como el humo, el cual provoca diferentes efectos de resequedad en la piel.
Cicatrización reducida. La nicotina produce vasoconstricción, un estrechamiento de los vasos sanguíneos que pueden limitar el flujo de sangre y oxígeno. Esto significa que las heridas tardan más en sanar y se generarán marcas que son más grandes, así como rojas.
Dedos amarillos. Existen remedios caseros para combatirlo, como frotarlos con limón; sin embargo, la mala apariencia de tenerlos de este color, el cual puede tornarse hasta marrón, resulta bastante desagradable.
Aparición de estrías. La nicotina de los cigarrillos daña las fibras y el tejido conectivo de la piel, causando que se pierdan elasticidad y fuerza. Si bien cualquier persona está propensa a tenerlas, en los adictos al tabaco son más notorias, apareciendo de un color rojo intenso.
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