La entrega de becas desata los “dimes y diretes” |
Por: Diana Cortes
Después de un largo receso, ayer martes a las 10 de la mañana, se reiniciaron las sesiones en el cabildo municipal.
A cuenta a gotas, arribaron cada uno de los integrantes del cabildo, quienes con semblante alegre y hasta relajado, se encontraban nuevamente con sus compañeritos de clase o curul, debido a que después de varias semanas de “vacaciones forzadas”, era una sorpresa verse de nuevo.
En ambiente de extraña cordialidad, cada regidor fue integrándose a la sala, unos saludándose de mano y otros hasta de beso tronado, poco a poco fueron tomando sus lugares en el salón.
Segundos más tarde inició la sesión, en donde el cabildo de Victoria, autorizó la revocación de la donación de un predio a la Escuela Primaria Edmundo Castro Núñez de esta ciudad, además, propuso una sesión periódica, para recibir denuncias ciudadanas contra policías, por abuso de autoridad.
Fue la segundo sindico, Lidia Elisa Caballero Rivas, quién presentó la propuesta de revocación, misma que aprobó el cabildo, sustentando que la institución de educación primaria, cuenta con suficiente terreno para la construcción de canchas deportivas, para el esparcimiento de sus alumnos, por lo que, no necesitan del predio propiedad del municipio.
Por otro lado, el regidor Silvano Flores Moran, propuso una sesión para que el cabildo reciba quejas de ciudadanos contra policías, esto, luego de los hechos en que dos reporteros fueran agredidos por los guardianes del orden.
“Además, yo mismo fui objeto de mal trato por parte de los tránsitos, por eso, es necesario meter orden”, dijo el panista, dicha voz fue secundada por la mayoría de los regidores del cabildo local, quienes demandaron investigar los casos mencionados.
El regidor, pidió una protección especial para salvaguardar la integridad de la prensa, debido a las situación que han recibido en actos oficiales.
“Nosotros respetamos su trabajo y nadie tiene el derecho de tratarlos de esa manera, por ello insisto, debería existir una comisión que incluya hasta un representante de los Derechos Humanos, para que verifique lo ocurrido”.
Otro tema que levantó polémica, fue la entrega de becas por parte del Instituto Municipal de la Mujer, así como, la falta de respuesta a los policías que siguen exigiendo mejoras laborales.
En este sentido, la regidora Helga Ruth Vázquez exigió la cabeza de Marisela Guajardo Maldonado y solicitó su remoción del Instituto Municipal de la Mujer, pues de acuerdo a sus propias palabras, “no se están haciendo las cosas transparentes y no se sabe de donde se sacaron los recursos para la otorgación de las becas que brinda el Instituto”, acotó.
Es así como entre una serie de dimes y diretes, Helga Ruth Vázquez, Imelda Hernández y Alma Edith Ramírez, entraron en pleito de vecindad, al pedir la primera una explicación del origen de los recursos de dichas becas y las segundas, al intentar defender y justificar a la autoridad municipal.
Sin embargo, después de tanto “debatir”, se llegó a la tranquilidad de los ánimos, mientras Ruth Vázquez, sonreía gratamente, ante la mirada incluso de algunos familiares que esta ocasión la acompañaban en la sala del cabildo.
Minutos más tarde, Emiliano Cruz Mireles, justificó la falta de respuesta del ayuntamiento a los policías, en el presupuesto, pero dijo que hay voluntad de mejorar, lo cual, fue respondido por Julio Cesar Martínez, como demagogia.
Mientras ambos regidores entraban en un debate más superficial que una telenovela, los demás regidores solo se limitaban a escuchar y se veían unos a otros con cara de “ya me aburrí” o ¿para que vine a la reunión?, incluso no faltaron quienes se secreteaban y reían mientras hablaba Cruz Mireles.
Posterior a éste incidente y ya casi para concluir el regidor Raúl Yépez, López, habló de los asentamientos humanos a los que no se les ha dado ninguna respuesta y que se les tiene marginados en el olvido, esperando a que se acuerden de ellos, para apoyarlos, tales es el caso de los vecinos de la Calle Limón de la Colonia Ravizé.
Sin embargo, dicho tema pasó sin pena ni gloria, y haciendo caso omiso a lo anteriormente expuesto por el regidor, así entre dimes y diretes fue concluida la sesión, sin más pena ni gloria.
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