Por Alejandro Echartea
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“¡Salida para Victoria!, ¡salida para Victoria!...” gritan los choferes advirtiendo a los pocos pasajeros que aguardan en la terminal para que aborden la unidad que está por salir, las exclamaciones suenan como ecos de otra época en que la ciudad era mucho más pequeña y cuando aquel paraje solo era una parte del paisaje rural de la región.
Observando la escena desde su ventanilla es don José Galindo quién acepta atender la súplica para una entrevista y haciendo memoria narra parte de sus 30 años trabajando en el transporte público, la mayor parte -destaca- los ha cubierto en la ruta de la ‘Horacio Terán’, “desde el 81 -1981- yo estoy con ésta ruta cuando iniciamos con las peseritas”, recuerda.
En aquellos tiempos los micros amarillos compartían ruta con los micros verdes de la Terán los cuales tenían su paradero a tan solo unos cuantos metros de distancia en los alrededores de la plaza de aquella colonia, “nosotros empezamos en la terminal por donde está el semáforo de éste lado –oriente- y luego nos cambiamos de aquel lado en la Horacio, de ahí nos vinimos con Uribe ahí donde está la bodega –salida a Soto la Marina-, ahí duramos como unos 10 o 15 años y de ahí nos vinimos para acá –al parque industrial-”.
En los años cuando don José empezaba en el difícil oficio de chofer de micro la ciudad era más pequeña y por consiguiente el tráfico era mucho más reducido, de hecho, apuntó que en esa época el recorrido completo de la ruta era de entre 40 y 45 minutos, “y luego últimamente dejamos la Mainero por razones de competencia y agarramos puro 8 y 9”.
La Gloria y pasa por el Seguro Social, Boulevard Praxedis Balboa y la Central de Autobuses, diariamente ésta ruta presta el servicio de transporte a cerca de 10 mil pasajeros transportándose en cada unidad un promedio de 400 personas por día.
Los choferes de la ruta –señala- entran a trabajar desde las 5:28 de la mañana para dar el servicio a los estudiantes y trabajadores de las escuelas y maquiladoras que comprenden parte de la ruta y concluyen hasta las 9 de la noche, normalmente una unidad hace entre 6 y 7 recorridos diarios los cuales equivalen a 12 horas con 15 minutos de circulación continua.
No obstante lo agotador de la jornada laboral el veterano trabajador indicó que se tiene un rol de trabajo establecido para que los choferes puedan descansar los fines de semana para poder rendir mejor durante el resto de la semana, “uno como chofer puede aguantar hasta 4 días bien, después de 4 días se empieza a sentir el cansancio por eso aquí –en la Ruta 8- la costumbre es de que trabajen hasta el jueves o viernes y luego entra un relevo el fin de semana, ellos ya descansan tres días –o dos días mínimo- y se recuperan para seguir en la semana”.
¿Usted extraña ser chofer? Pregunta el entrevistador al trabajador, “la verdad no, ya a mi edad ya no, ya pasé por ahí y ya sé lo que es ser un chofer”, aclara que está cerca de cumplir 51 años y dejó en claro que su época como chofer ya pasó.
¿Y tendrá alguna experiencia que nos quisiera compartir?, “la verdad no”, contesta tajantemente el ex chofer pero tras un breve silencio y con nostalgia en la mirada agrega, “hubo detalles pero no me gustaría comentarlas, son cosas muy particulares que me pasaron pero no quisiera comentarlos, en esto hay de todo, hay días muy buenos y días muy difíciles”, finalizó.
Don José Galindo Martínez, el checador del turno vespertino de la ruta Terán-Central nos platicó sus memorias |
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