Siete de cada diez personas padecen bruxismo, un mal que consiste en apretar y rechinar los dientes mientras se duerme. Provocada principalmente por estrés, esta dolencia afecta más a las mujeres que a los hombres y suele diagnosticarse cuando sus consecuencias son muy evidentes.
Entre otros trastornos puede provocar dolor de cabeza, mareos y, en casos agudos, vómitos, zumbidos y tintineos en los oídos.
Se conoce como bruxismo al hecho de apretar y rechinar los dientes durante el sueño y como “clinching” al hecho de apretar los dientes, pero sin deslizarlos o rechinarlos.
Estas disfunciones témporo-mandibulares están causadas por estrés y también por la desarmonía oclusal, es decir, una alteración provocada por rebordes de coronas mal realizadas, falta de piezas dentarias o cualquier otro factor que interfiera en el encastre perfecto que producen los dientes al morder.
En un 90 por ciento de los casos se observa una combinación entre tensiones nerviosas y trastornos dentarios simples y frecuentes, lo que transforma a esta disfunción en un problema casi generalizado.
Consecuencias. “Al no ser reconocido a tiempo, el bruxismo recién es diagnosticado cuando ya desgastó las piezas dentarias, principalmente en los dientes caninos o en el sector anterior inferior, donde puede reconocérselo por la existencia de dientes más bajos que el resto, gastados en forma pareja y recta”, explicó el odontólogo Alberto Barril, director general de Cisne, Centro de Estética y Nueva Salud.

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