Crisis pega a usuarios

Ante la falta de circulante y las altas tarifas, muchas personas se ahorran un micro… y usar taxi, ni en sueños

Por: Diana Cortes

Hoy todos queremos llegar lo más rápido posible a nuestros destinos, ya sea que vayamos al trabajo, la escuela o alguna cita médica. No importa el lugar, lo que cuenta es le medio en el que nos transportamos.
En la capital victorense, es muy común utilizar el microbús y el taxi, para trasladarse de un lado a otro de la ciudad. Sin embargo, cada vez son más las personas que evitan utilizar alguno de los 2 servicios, ya que ante la crisis económica y escalada de precios, muchos ciudadanos prefieren caminar antes que desembolsar un peso para dicho rubro.

“Uso microbús, pero solo en la mañana, para llegar a tiempo a la escuela. De regreso como tenemos más tiempo, caminamos hasta donde vivimos, que son más o menos 20 minutos a pie”, comentó Adrián, estudiante del Cebetis.

“El taxi, la verdad, solo en ocasiones muy especiales, como alguna fiesta o si el lugar al que vamos esta un poco lejos, de otra forma no lo tomamos porque sale muy caro”, agregó.

Para muchas familias, usar ambos transportes, es todo un lujo, sobre todo si hablamos del taxi, ya que al ser elevada la tarifa, los victorenses prefieren caminar antes que pagar por un servicio que a decir de los usuarios no vale la pena.

“No me gusta usar taxi, porque sé que es caro y no tengo el dinero suficiente para cubrir ese gasto. Prefiero ahorrar y comprar cosas más indispensables para mi familia”, señaló Vanesa Fuentes, empleada de una dulcería en el centro de la ciudad.

La falta de “pasaje” como muchos lo llaman, es algo tan evidente que hasta los propios conductores de taxi se dan cuenta de ello y están conscientes de la razón por la cual la gente no solicita sus servicios.

“Sabemos que la situación económica no es muy buena, por eso la gente prefiere administrar su dinero antes que subirse a un taxi”, señaló Efrén González, conductor de taxi, en el sitio ubicado en la 15 Hidalgo.

“Es más, el pasaje ha bajado un 60% comparado con el año pasado. Ahora la gente ya no quiere usar el taxi, porque a cada rato suben el precio de las cosas, entonces no les alcanza y menos para gastarlo con nosotros”, agregó.

“Lo único que nos queda es andar buscándole en otras cosas, porque el taxi, no deja para vivir. La gente cuida su dinero, pero nosotros perdemos clientes y entonces no hay para comer. No queda de otra más que tener doble chamba para medio vivir”, concluyó.