Don Heriberto Cruz Leal es un hombre serio y curtido por el trabajo con 24 años de experiencia en varias rutas del transporte público
Por: Alejandro Echartea
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El vehículo no tarda en pasar y de inmediato tanto las colegialas como éste narrador abordan el transporte y nos unimos a la pequeña multitud que apretujada viaja entre el polvo y el calor, poco a poco y esquina tras esquina el pasaje se va haciendo menos.
En el mismo microbús viaja Paola, madre de la pequeña Afrodita y a quién pido su opinión sobre el servicio de la ruta, “¿pues qué le diré?”, dice, “que el calor está insoportable y además siempre van bien llenos estos micros, siquiera dejaran una fila de pasajeros de pie pero a veces los llenan todos, hasta las puertas van y así el calor se siente peor”, indica.
Momentos después llegamos a la terminal en la colonia Altavista, colonia con excelente vista de la ciudad ubicada a las faldas de la Sierra Madre apenas cruzando el libramiento Naciones Unidad, allí conozco al chofer de la unidad 419 de esa ruta, don Heriberto Cruz Leal, hombre serio y curtido por el trabajo con 24 años de experiencia en varias rutas del transporte público.
Don Heriberto dice que todos los días se levanta a trabajar desde las 4 de la mañana en la ruta de la Coca-Cola – Ejido 7 de Noviembre, “la primer corrida sale a las 5:35 de la mañana y salimos de ruta a las 9 de la noche”, menciona.
Un recorrido estándar entre semana dura dos horas y sale de la terminal al poniente de la ciudad y la cruza por completo pasando por la colonia Mariano Matamoros –salida a Matamoros- y llega a la Torre Bicentenario al extremo oriente, “y de vuelta a vuelta es como una hora de recreo –de descanso-“.
El sol es abrazador no obstante la cercanía con la montaña que de manera prematura va ocultando al astro rey, situación que me lleva a la pregunta ¿cuál época es preferible para trabajar?, “pues cuando está templado” contesta acentuando lo obvio de mi pregunta, no obstante esto matiza el cuestionamiento, “pero nunca está templado, aquí es una región de mucho sol, arriba de los 35° C es lo que estamos aquí, sólo en invierno es cuando baja a 20°, 15°… 18°”.
esto ¿el pasaje es grosero con ustedes?, “por lo regular no, lo que pasa es que vienes fastidiado por el sol, por el tráfico que se forma… por decirte algo, en el bulevar lo que más te mata es el tráfico al mediodía”, ¿pero el salario que obtienen se justifica por tanto esfuerzo?, “pues te acostumbras y te adaptas a tu salario, por lo regular es casi lo mismo y te adaptas porque no hay otra fuente de trabajo aquí –en Victoria-, aquí nada más maquilas y Gobierno, es todo lo que hay”.
De regreso al tema apunta que por viaje recorren 40 kilómetros, que en cada viaje tienen que pasar por 6 relojes checadores y que por cada minuto que se pasan les cobran 20 pesos, del mismo modo señala que tienen cronometradas las salidas con 7 minutos de diferencia y que para poder cumplir con esto se cuenta con 32 unidades en la ruta, con esto en mente don Heriberto aprovecha para pedirle a los pasajeros: “que a veces nos comprendan porque a veces anda uno –estresado- por el tráfico o por el calor”, ¿…y cuál cree usted que sea la mejor ruta?, le suelto repentinamente, “pues yo creo que son dos”, dice tras reflexionar unos segundos, “la de la Modelo… y la Naco 27x28”.
Durante el tiempo que dura la entrevista los demás choferes escuchan atentamente y al percibir el final uno de los compañeros se atreve a decir, “nunca se ha acercado un solo padre de familia para agradecerle a los choferes por hacerle el descuento a sus hijos estudiantes, ese descuento nadie lo cubre salvo los choferes, es un convenio con el Gobierno del Estado pero el que lo absorbe es el chofer”, indica.
Antes de abordar su unidad para partir a su último viaje del día don Heriberto acepta contarnos una anécdota, “en una ocasión un chamaquito se iba ahogando y lo llevé de volada al –Hospital- Civil con todo y pasaje, esa vez el (agente de ) Tránsito me quería multar pero el chavito iba ya moradito”, el veterano chofer relata que el oficial al cerciorarse de la situación escoltó el micro hasta el hospital, eso sucedió hace unos 17 años. ¿Y le dieron algo los padres de la criatura?: “nada más las gracias el que se quedó ahí en el micro porque los demás entraron al hospital con el niño, es la única anécdota que tengo”.
Finalmente subimos al microbús –yo para regresar a mi punto de partida- y a pesar de que en ésta corrida don Heriberto sacaba la ganancia del día, éste es categórico y se niega a cobrar mi pasaje.
La mejor ruta:
“Yo creo que son dos: la
Modelo y Naco 27x28”
El usuario opina:
“Siempre van bien llenos
estos micros y así el calor
se siente peor”: Paola

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