Las mujeres amamos tomar mucho sol desde muy jóvenes porque la piel tostada tiene un atractivo indiscutible. El colorcito bronceado da impresión de salud, de bienestar, resalta los ojos, hace lucir la ropa. Pero no medimos las consecuencias de la acumulación y cometemos errores que arruinan nuestra piel y aumentan las arrugas.
Los dermatólogos han demostrado que el exceso de sol hace muy mal, un dato que hace unas décadas se ignoraba; tanto no se sabía, que por los años cincuenta y sesenta estaba de moda estar muy bronceada, lo más oscura posible y a cualquier precio. Las chicas de entonces usaban bronceadores espesos con yodo y hasta se aplicaban coca cola en la cara porque el colorante y el azúcar contribuían a oscurecer más rápido la piel. Las abuelas, que habían pasado sus vidas bajo una sombrilla o un parasol y que en su juventud habían ido a la playa vestidas de arriba a bajo y con guantes para mantener su piel bien blanca, se horrorizaban. Ahora sabemos que, intuitivamente, tenían razón.
La piel es nuestro envoltorio, es la parte del cuerpo que más se muestra y eso es particularmente cierto para el rostro que está siempre expuesto. No sólo el sol la agrede; la dañan también el frío, el viento, la contaminación, el aire acondicionado, la calefacción. Por eso mismo hay que tomar recaudos que a la larga evitarán, no solo las odiadas arrugas, sino eventuales enfermedades, algunas bastante serias.
Pero ¿qué es lo que realmente se puede hacer para no estropear la piel de la cara, para no tener más arrugas que las imprescindibles? Existen precauciones que se pueden poner en práctica, muy especialmente a partir de los 30 años, para no cometer errores que provoquen daños irreparables.
Error 1: Deshidratación
La piel debe estar siempre bien hidratada, ante todo por dentro. Para esto es necesario beber mucho líquido, preferentemente agua, que además beneficia al resto del organismo porque lo desintoxica. Esta recomendación vale para todas las edades.
Error 2: Pieles sucias
Una piel limpia se arruina menos y se conserva mejor. No hay que ir a dormir sin desmaquillar el cutis con una buena loción y sin aplicar un tónico y crema nutritiva. Y no salir de casa a la mañana sin una buena crema humectante. Esto vale a partir del primer día en que se maquille el rostro.
Error 3: El exceso de sol
No tomar jamás sol entre las 11 y las 15 horas. En los demás horarios usar un protector solar de la intensidad adecuada al color de piel y recordar que el agua lo elimina y hay que reponerlo seguido.
Error 4: El cansancio
Si se cumple con las horas necesarias de sueño se evitan ojeras e hinchazón de párpados que luego se marcan con arrugas. El poco sueño se marca en el rostro. La relajación, la meditación y el yoga contribuyen al descanso y a un mejor estado general.
Error 5: Mala alimentación
Para tener un cuitis saludable es fundamental comer pocas grasas, muchos vegetales, fibra y frutas garantizan un buen estado general y, por ende, una piel sana.
Error 6: Las intoxicaciones
Fumar mucho, beber en exceso o drogarse, más allá de los demás daños que esto ocasione, la piel se resentirá y mostrará las marcas de los abusos.
Error 7: No hacer actividad física
Hacer ejercicio al aire libre o en un gimnasio, además de ser sano para todo el organismo, activa la circulación y ayuda a eliminar toxinas con lo que beneficia directamente a la piel y brinda un bienestar general que se nota en la cara.

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