“Fue hasta 1880 cuando en el plano oficial de Victoria ya aparecía un camposanto, el Panteón del Cero Morelos”
<---Por: Diana Cortes
El Panteón del Cero Morelos es el lugar de descanso eterno de grandes héroes, fundadores y libertadores, es un cementerio con más de 130 años de vida, el cual ha sido mudo escenario de grandes acontecimientos en la vida de nuestra ciudad, entre ellos el fusilamiento de Carrera Torres, el cual se realizó en una de sus paredes.
A escasos pasos de la entrada principal se puede apreciar el “paredón de fusilamiento” de Carrera Torres, el cual tiene inscrito una placa alusiva a dicho evento histórico y textualmente dice “Me voy con la conciencia tranquila porque tengo la fe de que soy inocente”.
El Panteón Municipal se ha convertido en el “albergue” de más de 11,000 victorenses. “Tenemos contabilizados entre 11,300 y 11,500 difuntos, aunque puede variar la cifra, porque en cada fosa hay espacio para 3 cuerpos. Sin embargo en otros podemos estar hablando de 5 cuerpos en una misma fosa”, informó en entrevista Gilberto Quintanilla Cruz, administrador del panteón.
“El lugar en el que las almas descansan, como lo llaman algunos, creció con Victoria y sus pobladores”, así lo resume el cronista de la ciudad, Antonio Maldonado, en el compendio Cronología Histórica de Ciudad Victoria, 1700-2006.
Maldonado explica que en el primer plano de la Villa de Santa María de Aguayo, elaborado por instrucciones de Don José de Escandón en 1750, no aparece el espacio que se destinaría para los fieles difuntos.
“En 13 de marzo de 1752, debido a que fallece en esta comunidad Don Gregorio Pizaña, quien fue la primer persona que se inhumó, se realizó su sepultura hacia el sector oriente del Centro Histórico, sobre lo cual no hay un sitio preciso, debido a que aún no había un lugar oficial destinado para realizar entierros.
Fue hasta 1880 cuando en el plano oficial urbano ya aparecía en los trazos un espacio señalado como camposanto, por lo que el primer cementerio de Victoria fue el Panteón del Cero Morelos.
Sin embargo, la demanda de espacios creció con el paso de los años y al incrementarse la población, también lo hizo la cantidad de difuntos en Villa de Santa María de Aguayo.
Fue hasta el 22 de junio de 1899 que el cementerio de Victoria se amplió, formando un paralelogramo de 130 metros de frente por 180 metros de fondo.
En 1946 el Cabildo dio la autorización para ampliar la urbanización en terrenos adyacentes al camposanto, propiedad de Don José Calderón, lo que permite ampliarse hacia el oriente.
A finales del siglo XX el área no puede extenderse por estar totalmente rodeada de fincas urbanas, por lo que alcanzó una superficie de 77,000 m2.
En dicha superficie existen tumbas de personajes cuyos familiares mandaron construir mausoleos con relevancia artística e histórica, que reflejan la arquitectura funeraria de las diferentes épocas, así como lotes familiares donde fueron inhumados distinguidos victorenses e importantes personajes que escribieron la historia y desarrollo de nuestra entidad.
Como por ejemplo Don Guadalupe Mainero, quien fue exhumado y trasladado a la “Rotonda de los Tamaulipecos Ilustres” en 1999.
Además de personalidades como la Profesora Olivia Ramírez, Enrique García Guevara, pieza clave en el movimiento estudiantil de 1967, Juan B. Tijerina, José Nuñez de Cáceres. Así como las Familias Escandón y Villarreal, entre otros no tan famosos pero si importantes y honorables victorenses, gente común que ha sido cobijada entre las entrañas de las tierras tamaulipecas y por las paredes del Panteón Cero Morelos.
Dicen que en la tierra hay espacio para todos y este es el caso del Panteón Municipal, ya que entre su interior también pudimos encontrar los restos mortuarios de extranjeros que por diversas circunstancias arribaron a tierras victorenses.
Tal es el caso del Conde Dr. Ernesto de Keratry, originario de Bretaña, Francia y Ludwic Kopgzynska, nacido en Alemania. Ambos acaecidos el siglo pasado y se desconoce si tienen descendencia en esta ciudad.
Actualmente el panteón tiene una extensión mayor a las cuatro hectáreas y 11 mil 500 tumbas, algunas con una antigüedad de un siglo. Por lo que el Cementerio del Cero se ha convertido en el sepulcro más importante de la capital tamaulipeca y el lugar de descanso de las almas victorenses.
“Personalidades como la Profesora Olivia Ramírez, Enrique García Guevara, José Nuñez de Cáceres, además de otros honorables victorenses ahí descansan” --->
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