Billy Ray Cyrus, padre de la cantante Miley Cyrus, revela que el programa de Disney cambió para siempre su relación con su hija
El cantante country Billy Ray Cyrus vive en Tennessee, alejado de Los Ángeles y de la ajetreada vida de su hija, el ícono pop de toda una generación, Miley Cyrus.
El cantante y actor, famoso hace décadas, vive solo desde que en octubre firmó los papeles para divorciarse de su esposa Tish, con la que estuvo casado por 18 años.
En los últimos años, su vida dio un vuelco inesperado, gracias a la fama mundial de su hija, que se hizo conocida por la serie de Disney Channel, Hannah Montana, programa que según señaló a la revista GQ "destruyó a mi familia".
"Ese maldito programa destruyó a mi familia", enfatizó y dijo que le hubiese gustado que el programa nunca se hubiera llevado a cabo, "para que mi familia estuviera aquí y para que todos estuvieran bien, seguros, felices y normales, eso sería fantástico. Lo borraría todo en un segundo, si pudiera".
Lo alejan de su hija
Actualmente, el cantante se encuentra alejado del mundo de su hija, debido a que, según reconoce a la revista, se sintió utilizado por la gente que maneja a la estrella juvenil.
"Cada vez que pasaba algo con la carrera de Miley, cada vez que el tren se descarrilaba, el escándalo que fuera... su 'gente' me ponía a mi. Yo lo hice, porque soy su papá y eso es lo que los papás hacen. "Se hizo tan obvio que no importaba qué pasara, siempre me iban a poner al frente para chocar con la bala", comentó.
Miley no es su problema
Por ese motivo, no llegó hasta la celebración de los 18 años de su hija, que tuvo lugar en un bar para mayores de 21 años. Según relató, de haber estado ahí, habría tenido que tomar la responsabilidad de todos los comentarios que resultaran de la fiesta.
La gota que rebalsó el vaso, según destacó Cyrus, habría sido una situación que se generó a partir de una fiesta que tuvo lugar en España, en noviembre pasado, mientras la actriz y cantante rodaba LOL, Miley habría perdido su celular, en donde habían imágenes que sus representantes preferían que no se filtraran, por lo que habrían comenzado a comprar computadores y discos duros de jóvenes, con tal de obtener las fotos.
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