¿No puedes dormir, la tensión en tu cuello y espalda es insoportable y tu humor es el de Hulk en sus etapas más verdes? Tenemos soluciones para ti
Estrés leve y ocasional
Consume magnesio: este mineral juega un papel muy importante en el sueño y el humor. Consúmelo en alimentos como el plátano, el chocolate negro, los cereales integrales, almendras, nueces y en verduras como la espinaca.
Controla tu respiración: si sientes un nudo en el estómago aspira lentamente por la nariz, inflando el estómago, y espira por la boca. El trabajo que realizas con el diafragma actúa sobre el nervio vago, que inmediatamente disminuye la frecuencia cardiaca y relaja tus músculos.
Estrés grave y cotidiano
Prueba la reflexología podal: suena complicado y nada agradable, pero en realidad es un masaje de pies. Acude a un centro de reflexología profesional, aprende los puntos básicos tú misma o mejor aún: pide a tu pareja que te masajee.
Respira nuevos aires: la aromaterapia es cada vez más accesible. No tienes que asistir a un consultorio, simplemente busca productos que contengan aceites esenciales de lavanda, naranja dulce o ylang-ylang como sprays, aceites para masaje o cremas para el cuerpo.
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